- Síguenos en:
-
-
Lobo ibérico
Canis lupus signatus
Estado de conservación
UICN: Vulnerable.
Mundial: Vulnerable.
En Europa: Especie prioritaria en Directiva 92/43/CEE.
Libro Rojo de los mamíferos de España: En Peligro.
En 1987 el área de distribución del lobo en España se extendía por el cuadrante noroccidental del país (la mayor parte de Galicia, la porción meridional de Asturias y Cantabria, la mitad septentrional de Castilla y León y algunas zonas de La Rioja y el País Vasco). Además, en la mitad sur de España se localizaron dos núcleos residuales y aislados en Extremadura y Sierra Morena. La población española de lobos se estimó entonces en 300 grupos familiares, hablándose de unos 1.500 ejemplares antes de los partos, y de unos 2.000 a mediados del otoño. El 90% de la población española se concentraba en Castilla-León y Galicia. En la actualidad, la población septentrional muestra una tendencia a aumentar su área de distribución, mientras que los núcleos de la mitad sur se consideran en peligro de extinción.
En 2001 se estimaron en la Península Ibérica 254-322 grupos familiares (254 confirmados y 68 probables) distribuidos a lo largo de 140.000 km2, esto puede suponer una población de 500-650 adultos reproductores.
Efecto del veneno en la especie
En España, el uso de cebos envenenados es una causa conocida de muerte no natural y de desaparición de poblaciones para la especie desde el siglo XIX (por ejemplo en Sierra Nevada). Aunque en distinta medida, esta persecución se mantiene hoy en día, principalmente motivada por daños a la ganadería, aunque no existe información detallada del impacto de esta práctica en las poblaciones. Las principales amenazas para la especie son la persecución directa, tanto por veneno como por lazos, disparo y otras artes. Una adecuada gestión de la especie, unida a una política adecuada de indemnizaciones por daños y una correcta gestión ganadera parecen ser las líneas estratégicas más adecuadas para la conservación de la especie.
En España, el lobo está en peligro de extinción en al sur del Duero, mientras que en el norte sufre importantes problemas de gestión que podrían amenazar la supervivencia de la especie, aunque no a corto plazo.