Gypaetus barbatus
UICN: Vulnerable.
Mundial: No Amenazado.
En Europa: Vulnerable e incluida en la categoría SPEC 3.
En España, dentro del Catálogo Español de Especies Amenazadas: En Peligro.
Libro Rojo de las Aves de España: En Peligro.
La población de Los Pirineos es la más importante y, probablemente, la única viable de quebrantahuesos Europa, con más de 120 unidades reproductoras (parejas o tríos) lo que supone cerca del 90% de toda la población de la UE. Aparte de la población pirenaica, existen otras dos pequeñas poblaciones naturales (con menos de 10 parejas) en Córcega y Creta y dos poblaciones introducidas en Los Alpes (aprox. 5 parejas) y el noreste de Andalucía, con unos 10 individuos no reproductores.
Entre 1995 y 2002 se ha producido un incremento medio anual de la población pirenaica del 5,6%. Esta tendencia positiva ha supuesto que el número de parejas se duplique en la última década, gracias a la constancia en los esfuerzos de conservación. Actualmente la tendencia de la población española es estable debido, entre otros factores, a una gradual disminución de la productividad fruto de la saturación de los territorios en Los Pirineos.
Los disparos y la colisión con tendidos aéreos estaban consideradas como las principales causas de mortalidad de la especie en los Pirineos en la década de los años ochenta. Sin embargo, el seguimiento actual y el análisis forense de los restos están mostrando una creciente incidencia del veneno, que a nivel peninsular es la principal causa de mortalidad no natural, suponiendo el 36,7% de las muertes registradas en la última década. Entre 1990 y 2005 WWF/Adena pudo recopilar información sobre el envenenamiento de 16 quebrantahuesos envenenados en el Pirineo español, más otros cuatro en el Pirineo francés, a los que habría que añadir cuatro ejemplares más muertos en Andalucía por esta causa.
Aparte del veneno, las principales amenazas identificadas en el Libro Rojo de las Aves de España son la intoxicación por plomo (al consumir presas de caza abatidas con munición de plomo), los accidentes con tendidos eléctricos (23,3% de las muertes registradas en la última década) y los disparos.